Orígenes del Jiu-Jitsu Brasileño

Toda historia tiene siempre un comienzo. Conoce los orígenes que hicieron que el Jiu-Jitsu Brasileño sea lo que conocemos todos hoy en día.

¿Como empezó todo?

carlos helio

El Origen

El inicio de todo

El Jiu-Jitsu está considerado como una de las raíces de las artes marciales siendo de los más antiguos sistemas de lucha. Sus orígenes se remontan a la antigua Grecia, donde se practicaba el arte de la lucha llamado Pankrateon. Este arte fue incluido en los juegos olímpicos en el año 648 a.C. hasta el año 400 d.C. cuando se empezó a incluir en la formación básica militar de los guerreros griegos bajo el mando de Alejandro Magno. En la actualidad se cree que cuando las tropas de Alejandro Magno invadieron la India en el año 326 a.C., parte de este arte marcial fue enseñado a los guerreros locales.

Se cree que el desarrollo del ahora llamado Jiu-Jitsu provino de los monjes budistas del norte de la India. Los monjes indios siendo por norma general delgados, de estatura baja y pacíficos, solían ser asaltados por tribus mongoles sumamente violentos y además de mayor estatura. Los indios en inferioridad, se vieron en la necesidad de crear un sistema de defensa personal que no tuviera como fundamento la fuerza. Este sistema se desarrolló como “El principio de la palanca contra la fuerza de los adversarios”.

Posteriormente llegaría a China, Okinawa y Japón donde fue adoptado por las clases guerreras, tal y como lo hicieron otras artes marciales. Sus inicios en Japón se remontan al siglo VIII por las constantes guerras civiles en donde las armas, armaduras, tácticas y sistemas de lucha se desarrollaron y perfeccionaron en los campos de batalla.

El nacimiento del Jiu-Jitsu

Los métodos de lucha cuerpo a cuerpo clásicos del Japón feudal conocidos como Jiu-jitsu o Jujutsu, se desarrollaron a lo largo de la época del Japón feudal (siglos VIII al XIX). Durante estas épocas eran comunes las batallas de ejércitos formados por los famosos guerreros con armadura de placas, o también conocidos como samuráis. En estas batallas las principales armas utilizadas eran el arco (yumi), lanzas (yari), alabardas (naginata), garrotes reforzados con placas y púas de hierro (kanabo), bastones reforzados (bo), sables (katana), cuerdas (hojōjutsu), cadenas (kusarigama), sables cortos (wakizashi) y cuchillos (tanto). Como era natural, en los enfrentamientos siempre llegaba el momento en que los samuráis se enfrentaban cuerpo a cuerpo con su enemigos, debían capturarlo, o incluso se daban situaciones en las que perdían su arma y debían defenderse de oponentes aún armados aprendiendo así de los combates cuerpo a cuerpo, nació el jiu-jitsu.

Debido a que los samuráis portaban armaduras de placas metálicas, madera y cuero reforzado, en las batallas, se empezaron a emplear las técnicas de proyección, luxación y derribo para llevar al enemigo al suelo y así infringirle el mayor daño con la caída y en ocasiones continuando con el combate con o sin armas para eliminarlo lo más rápidamente posible.

Con el tiempo y con el inicio de la era Meiji. La modernización del Japón al inicio del siglo XIX, prohibió el porte de armas como la espada, puñales o lanzas. A raíz de esto, varias escuelas tradicionales que enseñaban Jujutsu sufrieron una etapa de decadencia.

En 1882, un joven economista, profesor de educación física, y traductor versado en idiomas internacionales y deportes occidentales llamado Jigoro Kano. Tras haber estudiado dos tipos de jujutsu clásico (la escuela Kito-Ryu, y la escuela Tenshin Shin´yo Ryu) fundó un nuevo arte marcial, el Judo, en la academia Kodokan, que continúa activa hoy día. Gracias a su popularidad en el Japón, el Judo desplazó a otros tipos de jujutsu tradicional y empezó a ser ampliamente enseñado en escuelas y colegios, así como también adaptado por las fuerzas policiales niponas, dentro de sus técnicas de arresto y defensa personal, o Taiho jutsu. Asimismo, otras escuelas y estilos de jujutsu, y de armas tradicionales, como el Sojutsu (o arte de la lanza) y el kenjutsu (arte de la esgrima con sable) fueron incluidos o difundidos por varias escuelas como la Daito Ryu Aikijujutsu, la Hozoin Ryu, la Yagyu Ryu, la Itto Ryu y otras, las cuales fueron reunidas en un nuevo formato por el maestro Morihei Ueshiba durante los años 20 en el arte marcial tradicional japonés conocido hoy en día como Aikido.

El Jiu-Jitsu Brasileño

El jiu-jitsu Brasileño (también llamado en inglés Brazilian jiu-jitsu o BJJ) es un arte marcial, deporte de combate y sistema de defensa personal de desarrollo brasileño de origen japonés. Este arte marcial proviene metodológicamente del apartado de técnicas de combate de suelo de la escuela Kodokan de Judo llamadas (Ne Waza), que fueron llevadas a Brasil por Mitsuyo Maeda y Geo Omari, y que posteriormente fueron reformadas en su aspecto deportivo por el maestro Hélio Gracie, quien transmitió sus conocimientos al resto de su familia, quienes las utilizaron y promovieron extensamente en el terreno competitivo de los cuadriláteros del Brasil.

Este arte marcial, a similitud del Jiu-jitsu clásico japonés, comparte el concepto de que un individuo pequeño y ligero, pero hábil, puede defenderse con éxito frente a un oponente más grande y fuerte mediante el uso eficaz de la técnica, llevando el enfrentamiento al suelo y aplicando sumisiones, luxaciones y estrangulamientos para someterlo. El BJJ suele ser utilizado en el ámbito deportivo, sobre todo en las artes marciales mixtas (MMA) y el Grappling. Su sistema de entrenamiento (comúnmente denominado como rodar” en oposición a un oponente) está casi enteramente basado en la competición y normalmente utiliza un uniforme llamado kimono o Gi similar al del judo, aunque actualmente se ha hecho popular entrenar y competir también sin él, en la llamada modalidad No-Gi. El jiu-jitsu brasileño posee un sistema de rangos por cinturones o grados (Kyu-Dan) basado en el de otras artes marciales más tradicionales provenientes del Japón moderno, como el Judo, el Karate-Do, y el Aikido.

Los padres del Jiu-Jitsu Brasileño

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A partir del final del siglo XIX, con el fin de la clase guerrera samurái, y la reforma de las escuelas marciales clásicas o koryu budo por las artes marciales tradicionales formativas o gendai budo y durante la apertura del Japón a Occidente. Algunos maestros del recién creado arte del Judo migraron desde el Japón hacia otros continentes, viviendo de la enseñanza de las tradiciones marciales y de las luchas promocionales que realizaban. Uno de estos practicantes fue Mitsuyo Maeda, quien se dio a conocer en el mundo del espectáculo de aquel entonces como el Conde Koma. Maeda fue uno de los grandes judokas del Kodokan en esa época y uno de los maestros que recorrieron el mundo, en busca de fama y fortuna. Maeda salió de Japón en 1904 y visitó varios países dando clases de judo y aceptando retos de distintos luchadores de boxeo, savate, lucha libre y otras artistas marciales, antes de llegar finalmente a Brasil el 14 de noviembre de 1914. Allí se hospedó en la casa del aristócrata brasileño llamado Gastão Gracie, un socio del circo americano en Belém que ayudó a Maeda en sus exhibiciones y negocios. Los hijos de Gastão Gracie vieron una demostración de Maeda en el Teatro Da Paz y decidieron aprender Judo o “Kano Jiu-Jitsu”, como era conocido por entonces. Maeda los aceptó como estudiantes, y les entrenó en estas artes al lado de Soshihiro Satake y otros judokas locales. Otro de los estudiantes de Maeda sería Luiz França, fundador de otra línea del Jiu-Jitsu brasileño.

En 1925 en Río de Janeiro se abrió la primera academia de “Gracie Jiu-Jitsu”, como sus dueños denominaron al judo tradicional de ese entonces. Carlos invitó a sus hermanos para que le ayudasen a promocionar su academia, y para esto desarrollaron una estrategia comercial poco común. Desafiaban a cualquiera que dudara de la eficacia del jiu-jitsu en un combate sin reglas ni límite de tiempo o peso. El éxito por la efectividad de este sistema en las luchas reales comenzó a darle prestigio y cada vez más gente se presentaba en la academia de los hermanos Gracie a entrenar. Por otro lado, Carlos se hizo cargo de criar y educar a sus hermanos menores llamados George, de catorce años, y Hélio, de doce años. Desde entonces, Carlos compartió sus conocimientos con sus hermanos y éstos adaptaron y perfeccionaron las técnicas, dadas sus propias condiciones. También les enseñó su filosofía de vida y los conceptos de nutrición natural, siendo un pionero en la creación de una dieta especial para atletas: la Dieta Gracie, que transformó en sinónimo de salud dentro del Gracie Jiu-jitsu.

Al entrenar y desarrollar una técnica eficaz para la autodefensa, Carlos Gracie vio en el arte del jiu-jitsu una manera de formarse y convertirse en un hombre más tolerante, respetuoso y seguro. Con el fin de demostrar la superioridad del jiu-jitsu y crear una tradición familiar, Carlos retó a los más grandes boxeadores y luchadores de su época y luego pasó a gestionar las carreras de sus hermanos, como profesores y competidores.

Fuente bibliográfica: Wikipedia